“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla” Hebreos 13:4

El matrimonio es honroso a los ojos de Dios. Él lo estableció en la creación y lo ha honrado desde ese momento. Por supuesto, hoy día en gran parte del mundo, el matrimonio es poco menos que honroso. Muchas parejas se casan por conveniencia temporal, no como requisito social, mucho menos divino, para vivir conjuntamente.

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Dios honró el matrimonio estableciéndolo. Jesús honró el matrimonio realizando su primer milagro en una boda. El Espíritu Santo honró el matrimonio usándolo para describir a la Iglesia del Nuevo Testamento. Toda la Trinidad testifica que el matrimonio es honroso. Por tanto, ninguna persona está justificada para
menospreciar el matrimonio.

Ahora quizás, a pesar de nuestro tiempo de conocer al Señor, podríamos preguntarnos, ¿Cómo puedo honrar el matrimonio?

¿Qué dice la Palabra de Dios sobre el matrimonio?
Es importante que como cristianos tengamos claro, lo que el Señor enseña en las Escrituras sobre el porqué del matrimonio, veamos tres razones:

1. Una es la propagación de los hijos. En la creación, Dios comisionó a la humanidad así: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra” (Génesis 1:28).
2. El matrimonio también es un medio para prevenir el pecado sexual. “A causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1 Corintios 7:2). Pablo aconseja así y luego pasa a aconsejar a los solteros y viudas que se casen si no pueden controlarse (versículos 8-9).
3. El matrimonio también es una provisión para la compañía. “Luego Dios el SEÑOR dijo: ‘No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada’” (Génesis 2:18, NVI).

¿Cómo honrar el matrimonio, según la Palabra de Dios?
Dios a través de Su Palabra, dejó y estableció normas para como conformar y vivir un matrimonio, dándole así la honra que merece no sólo el matrimonio, sino recordando como dice Isaías 43:7 “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”, además como dice Colosenses 3:23-24 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”; por ende aún en nuestro anhelo de honra a Dios, como matrimonios, con lleva indefectiblemente la honra al matrimonio.

Veámos algunas maneras que dice la Palabra de Dios, de cómo honrar nuestro matrimonio y por ende al Señor a través de esa honra:
1. Cuando el varón asume su responsabilidad y función como cabeza: Dios se glorifica en una familia en la cual el esposo dirige. “Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer” (1 Corintios 11:3). “El marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia” (Efesios 5:23). Y esta responsabilidad va más allá del tergiversado concepto de “aquí mando yo”, y es aquí soy yo quien: ora más, busca más a Dios, edifico mi hogar, amo más, sirvo más…”. Es una obediencia a ser quien cuida y se encarga de guiar a la familia al conocimiento de Dios y la obediencia a los principios.
2. Cuando la mujer se sujeta y respeta a su esposo: así como Sara lo fue con Abraham (1 Pedro 3:1-6). Cuando se habla de sujetarse o sumisión, estas palabras parecen provocar alergia a muchas personas, porque estamos viviendo en un mundo que rechaza el concepto de la autoridad; y, en especial en el caso de las mujeres, porque muchas entienden que es un término denigrante, que implica inferioridad y que solamente se aplica a ellas, sin embargo, esta manera de pensar es errónea ya que el término sumisión no se aplica solamente a la mujer, ni surgió con el matrimonio, este concepto tiene su origen en Dios mismo. Las Escrituras nos enseñan que el Hijo está sujeto al Padre, lo mismo que el Espíritu Santo.
Cuando leemos la declaración de Cristo cuando dijo: “Yo no vine para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió”, o “No se haga mi voluntad sino la tuya”; o ” El hacer Tu voluntad me ha agradado…”, tenemos que reconocer que no se trata de otra cosa, sino de sumisión. En la Biblia, esa palabra también se usa para referirse a la sumisión de los hijos a los padres; de los criados a los amos; de los empleados a sus jefes; y, de todos a la autoridad establecida; pero aún más, en libro de Efesios se nos dice: “sométanse los unos a los otros”. La sumisión es un asunto de actitud y de orden, pero también y sobre todo del corazón; es la oportunidad única de asemejarnos a Cristo.
3. Una tercera forma en la cual el matrimonio debe honrarse es regulándose por
el amor y respeto mutuo: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (v. 7). La preocupación del esposo y la esposa debe centrarse en el bienestar y la felicidad del otro, en lo que puede darse en lugar de lo que puede obtenerse.

Aplicación Teoterápica:
Dice Josué 1:7-8 “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

Vivimos tiempos donde en los hogares, en especial en la relación de pareja, existe cansancio, aún arrepentimiento en el corazón de los cónyuges, tristeza, pleitos, contiendas, y si analizamos nuestra condición el día de hoy como matrimonios y lo que hemos estudiado, debemos preguntarnos ¿HE ESTADO YO HONRANDO MI MATRIMONIO Y A DIOS A TRAVÉS DE ÉL?, y si su respuesta es no, muy posiblemente encontrará en ella, la razón de la condición de su hogar.

Todos anhelamos hogares de éxitos, bendecidos, pero pocos están dispuestos a pagar el precio para vivir ese … “prosperar tu camino y todo te saldrá bien”; por eso hoy Dios nos invita a tomar la decisión de honrar nuestro matrimonio, obedeciendo y creyendo en el orden el estableció para que pudiésemos disfrutarnos y ser aún de bendición el uno para el otro y de testimonio para muchos.

Y ahora que ya sabes como honrar el matrimonio te invitamos a ver el siguiente vídeo donde explicamos detalladamente lo anterior mencionado. La predica está dirigida por John Erik Marín y Alexandra Castaño y complementada por el líder y pastor de nuestra iglesia cristiana Centi Citi España Rubén Aponte.

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